• Tema: Mapa Salas de Cine

Pantallazo argentino

El Mapa Cultural de la Argentina actualizó los datos de cantidad y localización de cines en el país. Dónde se ubican y por qué. Y una trivia para saber cuánto sabés vos.

 

Según datos del SInCA, en la Argentina hay casi 1.000 pantallas de cine (978), distribuidas en 331 cines[1]. Y al igual que ocurre con otras industrias culturales, la localización geográfica de las salas de cine no escapa a la tendencia a la concentración en el centro del país. Tanto es así que más de la mitad (61%) de las salas se concentra en las provincias de Buenos Aires (32%), Córdoba (11%), Santa Fe (7%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (11%). Esta concentración de cines, además, guarda relación con el hecho de que estas cuatro jurisdicciones cuentan con el 62% de la población[2] de todo el país.

Por eso, también se verifica una gran concentración de la actividad comercial del sector en esas salas exhibidoras, ya que según datos 2017 del INCAA, CABA (20,8%), Buenos Aires (41,3%), Córdoba (8,3%) y Santa Fe (7,8%) concentran el 78% de los espectadores del país y casi 80% de la recaudación de todo el país[3].

Estos datos, además, guardan relación con el comportamiento del consumo, relevado por la Encuesta Nacional de Consumos Culturales (2017), que muestra que los porcentajes más altos de asistencia al cine se registraron entre los habitantes de las regiones Provincia de Buenos Aires (34,8%), Centro (22,1%) y CABA (13,4%). 

 

La cantidad de salas y pantallas y su localización geográfica son el producto de un proceso histórico expansivo que tuvo su momento de máximo esplendor en la década de 1950, con un récord 2.308[4] salas de cine, distribuidas en los grandes centros urbanos y en los pueblos de todo el país. Durante las décadas siguientes se revirtió la tendencia y la cantidad de cines disminuyó hasta llegar a 1.612 salas en 1970. Este proceso fue de la mano de la masificación de la televisión y el consecuente consumo hogareño de contenidos audiovisuales. El cierre de salas se profundizó durante la última dictadura militar y el piso mínimo se alcanzó en 1994, cuando el país contaba con apenas 427 salas. Las más afectadas fueron, lógicamente, las salas barriales.

A mediados de la década del ´90 con el ingreso al mercado local de grandes cadenas transnacionales de exhibición se reactivó la actividad de las salas exhibidoras, pero se acentuó el proceso de concentración en las grandes ciudades. Durante estos años, además, se impuso un nuevo modelo de negocio, los complejos multipantalla[5], generalmente ubicados en shoppings y/o centros comerciales de las principales áreas metropolitanas. Dicho fenómeno implicó el crecimiento de la cantidad de pantallas, que hasta ese momento se encontraba en caída, pero no necesariamente el aumento de salas. Por eso, en los últimos diez años, se registró un aumento del 19%[6] en la cantidad de pantallas, pero una disminución del 1% en la cantidad de salas de cine. Es decir que mientras el total de pantallas aumenta, la cantidad de salas se mantiene o disminuye debido a la combinación cierre de salas unipantalla + apertura de salas multipantalla.

 

Poco más de la mitad de los cines de la Argentina tiene una sola pantalla. La otra mitad (160) tiene más de una y de estos, 59 cuentan con seis o más pantallas, verdaderos tanques comerciales al servicio del entretenimiento.  

El nuevo formato multipantalla ofrece al consumidor la posibilidad de elegir entre varias películas en un mismo rango horario, mayor calidad técnica y confort, y la opción de combinar la salida al cine con otros consumos vinculados a la gastronomía, el entretenimiento y las compras en un espacio cerrado. Pero además, esta transformación en el tipo de consumo cinematográfico implicó cambios en la localización de las salas de cine, y en particular, en su relación con el espacio urbano. Los complejos multipantalla tienden a localizarse en las áreas metropolitanas del país, con mayor concentración de habitantes y con mayor poder adquisitivo. Por eso, los mega complejos multipantalla (aquellos que cuentan con más de 9 pantallas) se emplazan en AMBA, Córdoba, Rosario, y Mendoza, las zonas metropolitanas que cuentan con más habitantes y con los menores porcentajes de necesidades básicas insatisfechas (NBI)[7]

Actualmente, el modelo continúa en expansión, ya que hace pocas semanas se inauguró una nueva sala multipantalla en la ciudad de Neuquén, que añade, en un solo complejo, seis pantallas a las ocho ya existentes en  la ciudad. Con este nuevo emprendimiento, Neuquén se transforma en la única ciudad de la Patagonia con dos complejos multipantalla (de 6 o más pantallas).

Los resultados de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales (2017), por su parte,  muestran que la asistencia al cine está fuertemente relacionada con el nivel socioeconómico: así, en los segmentos más aventajados el porcentaje de asistencia al cine es sensiblemente mayor que entre los estratos sociales más bajos. Por eso, la localización geográfica de los complejos multipantalla está asociada con la distribución de la población con esos niveles socioeconómicos y no se observa, por ejemplo, en zonas con altos niveles de NBI.

 

No obstante, las salas unipantalla resisten y son mayoría en varias provincias. En Santa Fe, por ejemplo, y aunque la ciudad de Rosario cuente con varios complejos multipantalla, el 61%  de las salas de la provincia son unipantalla. Otras provincias donde el porcentaje de salas unipantalla supera el 50% de las salas totales son Misiones (67%), Río Negro (71%), Jujuy (75%), Entre Ríos (77%), Santa Cruz (80%), Chubut (89%), y La Pampa (100%).

Afortunadamente, la distribución de salas unipantalla no replica la tendencia a la concentración en zonas con alta densidad de población. Por el contrario, suelen emplazarse en localidades con menor densidad de población y alejadas de las grandes áreas metropolitanas del país.

 

 

[1]  Para actualizar la base de datos y mapearla, se emplearon los registros del Instituto Nacional del Cine y Artes Audiovisuales de los años 2015, 2016, 2017 y el primer trimestre de 2018.

[2] Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, INDEC 2010.

[3] Para más información sobre la actividad de la industria cinematográfica en 2017, consultá el Coyuntura Cultural N° 20.

[4] Los datos sobre salas de cine fueron tomados de la publicación “Exhibición y consumo de cine en la Argentina (1980-2013). La reconfiguración del espectáculo cinematográfico en cifras.” de Leandro González.

[5] Los datos sobre la transformación del modelo de negocio de las salas de cine fueron tomados de la publicación de Lerman, G. y Villarino, J. (2011), “Tan lejos, tan cerca. Cambios geográficos y económicos enel consumo de cine”. En Indicadores Culturales / Argentina 2010, UNTreF, Buenos Aires.

[6] Fuente: Anuarios DEISICA.

[7] En este sentido, Torterola añade que “en el nuevo modelo de negocio trasnacionalizado, los multicine sólo realizan inversiones en los mercados  o bien de gran escala o que cuentan con alto poder adquisitivo. Es decir, en las localidades o regiones del país económicamente prósperas o que alberguen una cantidad importante de habitantes. En ambos casos, lo que se procura es alcanzar tasas de ganancias a niveles internacionales. Los cambios en la distribución territorial de las salas en la Argentina es elocuente: de encontrarse diseminadas de manera relativamente federal, y acorde a la densidad poblacional de las ciudades, actualmente tienden a concentrarse en las grandes y medianas metrópolis de la región centro del país”. Tomado de “El cine y la ciudad en el cambio de siglo. Apuntes sobre las transformaciones recientes en el consumo audiovisual en Buenos Aires”, en MIRÍADA. Año 3, No. 5 (2010).

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