• Tema: Comercio Exterior Cultural, Servicios audiovisuales digitales, Exportación de obras de arte

Lo que importa es el streaming

Luego de más de una década de déficit, en 2019 el saldo de la balanza comercial cultural pasó a ser superavitario en 100 millones de dólares, y en comparación con 2018, creció un 121%. Pero las importaciones de streaming se triplicaron entre 2015 y 2019, y representan el 49% de las importaciones de servicios culturales.

En 2019 el valor total de bienes y servicios culturales comercializados con otros países alcanzó los 1.625 millones de dólares y más de la mitad de ese monto (56%) se explica por la compraventa de servicios. Las importaciones de streaming se triplicaron entre 2015 y 2019, y representan actualmente casi el 49% de las importaciones de servicios culturales. Por eso, en 2018 la Dirección Nacional de Cuentas Internacionales (DNCI) del INDEC desarrolló una metodología para estimar las importaciones de servicios digitales a partir de los relevamientos realizados a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos. Mediante esa metodología fue posible desagregar e identificar el rubro y país del servicio digital importado para su correcta imputación en la balanza de pagos.

 

El saldo del comercio exterior de servicios fue deficitario durante todo el período 2015-2019, con un incremento del déficit punta a punta del 158%, dado que el alza de las importaciones (83%) fue muy superior al de las exportaciones (37%).

El aumento de las exportaciones de servicios culturales en los últimos cinco años (37%) se debe a la venta de licencias de uso de películas, telenovelas, miniseries, manuscritos, grabaciones, etc; mientras que el aumento de las importaciones (83%) corresponde, fundamentalmente, al incremento en las compras de servicios digitales.

El comercio exterior de servicios culturales en su conjunto (exportaciones más importaciones) explica el 2,74% del comercio total de servicios de la economía en 2019 (y, por ejemplo, los servicios financieros o los servicios de seguros y pensiones explican el 1,9% y el 1,2% del volumen total de servicios importados y exportados en 2019).

 

La evolución de la serie servicios culturales totales se explica por el crecimiento de los servicios culturales digitales, que generaron un aumento del 92% en los últimos cuatro años, pasando de importar 171 millones de dólares en 2016 a 330 millones de dólares en 2019.

 

En 2018 la Dirección Nacional de Cuentas Internacionales del INDEC, estimó las importaciones de servicios digitales, a partir de información referida al pago del IVA por parte de las empresas extranjeras proveedoras de servicios digitales.  A partir de ese momento se puede estimar la evolución de las importaciones de servicios digitales (streaming) que incluyen servicios de video, música o sonido. Estos servicios experimentaron un crecimiento exponencial[1]: en ocho años, el streaming creció un 7.590% y pasó de representar el 1% de las importaciones de servicios audiovisuales en 2011, al 49% en 2019.

 

La mayoría (85%) de las empresas proveedoras de servicios audiovisuales digitales son estadounidenses, ya que allí está radicada Netflix, una de las principales plataformas de streaming que provee la reproducción de contenidos audiovisuales). De Suecia proviene el 15% de las importaciones de servicios audiovisuales, ya que de allí es oriunda Spotify, la empresa de servicio de streaming musical.

 

En 2019 el comercio exterior de bienes culturales mostró un saldo comercial positivo por primera vez desde 2004. Respecto de 2018 aumentaron un 576% las exportaciones y disminuyeron un 39% las importaciones, con lo que se alcanzó un saldo comercial positivo de 435 millones de dólares.

 

En 2019 las exportaciones alcanzaron el valor más alto de la serie (572 millones de dólares), debido a la venta de obras de arte y de antigüedades. Este dinamismo exportador explica la mejoría en el ratio exportaciones/importaciones culturales[2] (deficitario entre 2015 y 2017), que se ubicó en 4,19 en 2019; es decir que por cada dólar importado se exportaron 4,19 dólares. El alza exportadora se explica, fundamentalmente, por las exportaciones en los sectores Artes plásticas y visuales y Patrimonio inmaterial.

A lo largo del período 2015-2019, la industria editorial (sector Libros y publicaciones) tuvo la mayor participación sectorial en el comercio exterior de bienes culturales, ya que representó, en promedio, el 59% de las exportaciones. En cambio, en 2019, su participación exportadora apenas llegó al 7%.

 

 

En 2019 Libros y Publicaciones fue el sector más importador, ya que concentró el 88% de los bienes culturales importados (luego, el sector audiovisual, con una incidencia de apenas un 8%). Hay que decir que, a grandes rasgos, este esquema de concentración en la importación de bienes se mantiene desde 2015, aunque con una mayor representación del sector editorial en 2018 y 2019. Ambos sectores, Libros y Publicaciones y Audiovisual, son deficitarios: en 2019 el saldo negativo del primero fue de 80 millones de dólares y el del segundo, de 10 millones de dólares (pero con respecto a 2018, ambos disminuyeron su saldo negativo, un 51% y un 40% respectivamente). En cambio, los sectores Artes plásticas y visuales y Patrimonio inmaterial tuvieron saldos positivos de 484 y 39,5 millones de dólares millones de dólares respectivamente, que representaron subas de 1.203% y 2.167% con respecto al año anterior.

Europa es el principal destino de las exportaciones argentinas de bienes culturales y  Estados Unidos es el segundo más importante. 

El sector Libros y publicaciones concentró el 95% de las exportaciones a Uruguay, el 89% de las exportaciones a Chile y el 97% de las exportaciones a Perú.

 

De Europa y Asia proviene la mayor parte de las importaciones (49% y 34%). El 80% de las importaciones europeas proviene de España, el 78% de las importaciones asiáticas, de China y el 91% de las norteamericanas, de los Estados Unidos.

Las importaciones chinas, de Bangladesh y de España se componen casi en su totalidad de libros y publicaciones, y la mayor parte de las importaciones chinas son servicios de impresión, es decir, publicaciones impresas allí, pero editadas en otros países. De las compras a Estados Unidos, el 58% corresponde al sector editorial y el 32%, al audiovisual.

 

Entre 2015 y 2018 el sector cultural es crónicamente deficitario[3], sin embargo, en la serie se distinguen dos etapas. La primera, entre 2015 y 2018, estuvo marcada por un incremento en el déficit que creció más del doble durante esos cuatro años. En esa etapa aumentaron las importaciones un 95% y las exportaciones, un 69%. En la segunda etapa, a partir de 2018, se produce un punto de inflexión en el saldo comercial, que en 2019 pasó de deficitario a superavitario en 100 millones de dólares, como consecuencia de un saldo positivo en el comercio exterior de bienes culturales (obras de arte y antigüedades).

Entre 2015 y 2019, la participación promedio del comercio exterior cultural en el comercio exterior total de la economía fue del 0,77% y 2019 fue el año con mayor participación (1,10%).

El sector cultural muestra un perfil comercial diferente al del resto de la economía, dado que se especializa en servicios, en tanto que la economía general comercia mayoritariamente bienes. Así, mientras que en el sector cultural los servicios representaron, en promedio, el 72% del total comercializado y los bienes, el 28% restante, en el total de la economía la relación es inversa: los bienes representan el 77% del volumen comercializado y los servicios, el 23%.

 

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[1]  Netflix comenzó a operar en Argentina en 2011 y Spotify, en 2013.

[2] La proporción entre exportaciones e importaciones (ratio) permite conocer cuántos dólares se exportaron por cada dólar importado. La balanza será superavitaria o deficitaria si el ratio es mayor o menor que 1 y en caso que los valores sean deficitarios, se puede calcular cuánto deberían modificarse los volúmenes para lograr el equilibrio.

[3] No obstante, entre 2015 y 2019 el déficit disminuyó un 148%.

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