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Streaming en alza, una tendencia que llegó para quedarse

Más de dos tercios del comercio exterior cultural corresponden a la compraventa de servicios. Las importaciones de streaming, en particular, representan actualmente casi el 50% del total de las importaciones de servicios culturales.

 

El sector cultural es crónicamente deficitario en nuestro país. Sin embargo, entre 2013 y 2018 el déficit aumentó un 168%. Uno de los motores que amplía esa brecha se explica por los servicios digitales, principalmente el streaming, que muestran un crecimiento exponencial en los últimos años. En Argentina, a caballo de Netflix, Spotify y compañía, las importaciones de streaming se duplicaron entre 2015 y 2018, representando actualmente casi el 50% del total de las importaciones de servicios culturales.

En 2018, el valor total de bienes y servicios culturales comercializados con otros países alcanzó los 1.375 millones de dólares. De este monto, más de las dos terceras partes corresponden a la compraventa de servicios. El saldo total del comercio exterior cultural fue deficitario en 481 millones de dólares. Si bien el monto de los bienes y de los servicios comercializados aumentó un 8% respecto de 2017, con un mayor incremento de las exportaciones (23%) respecto de las importaciones (1%), la curva del periodo acentuó su declive.

Estas consideraciones surgen del último informe Coyuntura Cultural, que presenta un estudio sobre el comercio exterior de bienes y servicios culturales referido a los principales datos estadísticos de la serie 2013-2018. Las mediciones fueron realizadas por la Cuenta Satélite de Cultura (CSC), un proyecto-convenio entre el Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA) del Ministerio de Cultura de la Nación (antes Secretaría) y la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) del INDEC, cuyo objetivo consiste en relevar información sobre los principales agregados económicos del sector cultural.

 

El crecimiento del comercio internacional de servicios es un fenómeno que se viene observando en las últimas décadas en la economía mundial y está asociado a las mejoras en tecnología, comunicación y conexión. Las industrias culturales no escapan a esta tendencia.

Al igual que el de bienes, el saldo del comercio exterior de servicios es deficitario durante todo el período con una fuerte aceleración a partir del año 2016. Si se toma de punta a punta (2013-2018), la expansión del déficit de servicios culturales fue del 225%, tres veces mayor que el crecimiento del déficit de servicios totales de la economía (74%) durante el mismo período. Este resultado se explica por un mayor dinamismo comercial, ya que luego de 2015 aumentaron las exportaciones y las importaciones. Sin embargo, el incremento de estas últimas (106%) es marcadamente mayor al de las primeras (70%).

El aumento de las exportaciones de servicios culturales en los últimos tres años (70%) se explica por la venta de licencias de uso de películas, telenovelas, miniseries, manuscritos, grabaciones, etc. Por su parte, el aumento de las importaciones (106%) corresponde fundamentalmente al incremento en las compras de servicios digitales. Así, las importaciones de servicios digitales crecieron 70%, 65% y 8% en 2016, 2017 y 2018 respectivamente.

Los servicios de streaming experimentaron un crecimiento exponencial en el período 2013-2018, ya que Netflix comenzó a operar en Argentina en 2011 y Spotify, en 2013. Así, durante los últimos siete años (2011-2018), el streaming creció un 7.000%, pasando de representar el 1% de las importaciones de servicios audiovisuales en 2011, al 44% en 2018.

Estos datos surgen de la iniciativa de la Dirección Nacional de Cuentas Internacionales del INDEC, que en 2018 realizó una estimación de las importaciones de servicios digitales a partir de la información proporcionada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en virtud del pago del IVA por parte de las empresas extranjeras proveedoras de servicios digitales que incluyen, principalmente, servicios de video, música o sonido.

 

La evolución del comercio exterior de bienes culturales confirma la tendencia general del período. El déficit aumentó un 88%, equivalente a 66 millones de dólares, lo que se explica por un mayor dinamismo importador, con un crecimiento sostenido desde 2014, y una menor performance exportadora. Entre 2013 y 2018 las exportaciones aumentaron 2 millones de dólares (3%), mientras que las importaciones lo hicieron en 68 millones de dólares (43%).

En 2018 las exportaciones alcanzaron el valor más alto de la serie (85 millones de dólares) debido a la venta de obras de arte por un valor de 37 millones de dólares que inciden favorablemente en el sector de artes plásticas y visuales. Al mismo tiempo, exponen el reducido volumen del renglón de Bienes (per se y en relación a Servicios), dado que un hecho aislado sacude dramáticamente la trayectoria de las estadísticas. Así lo evidencia la comparación con, por ejemplo, el sector editorial.

A lo largo del período 2013-2018, la industria editorial tuvo la mayor participación en el comercio exterior de bienes culturales característicos, ya que representó, en promedio, el 73% de las exportaciones y el 72% de las importaciones. En cambio, en 2018, el sector Artes plásticas equipara al Editorial, ambos con una representación del 47% de las exportaciones (y este último venía de participar con un 69% en 2018).

Por su parte, las importaciones se concentraron fundamentalmente en el sector editorial y audiovisual, que en 2018 constituyeron el 98% de los bienes culturales característicos importados (90% y 8% respectivamente), confirmando la concentración importadora durante todos los años bajo análisis.

Ambos sectores, editorial y audiovisual, fueron deficitarios: en 2018 el saldo negativo del sector editorial fue de 163 millones de dólares y aumentó un 31% con respecto a 2017, mientras que el sector audiovisual disminuyó su déficit en un 58%, alcanzando los 17 millones de dólares. El sector de artes plásticas y visuales, por su parte, mostró un saldo positivo de 37 millones de dólares, como producto de la exportación de obras de arte que generó un excepcional crecimiento del 477% respecto del año anterior.

 

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