En 2016 el VAB cultural fue de 140 mil millones de pesos corrientes, lo que equivale al 2,5% del VAB del total de la economía. A nivel nacional, ese valor es superior al del sector de producción de energía y al de hoteles y restaurantes. La producción cultural está concentrada mayoritariamente en los sectores audiovisual (29%), publicidad (18%) y libros y publicaciones (13%).
En los últimos 13 años se observa un crecimiento prácticamente ininterrumpido del VAB cultural, que pasó de 8,3 mil millones de pesos en 2004 a 14,6 mil millones de pesos en 2016[1].
El Valor Agregado Bruto (VAB) cultural es uno de los indicadores más relevantes que produce la CSC, ya que mide el valor añadido en la producción de bienes y servicios culturales finales dentro del país y permite dar cuenta de su peso o participación en el total de la economía.
En 2016 la participación de la cultura en la economía fue superior a la del sector energético (electricidad, agua y gas), que representó el 2,1% del total, y a la de los hoteles y restaurantes, que generaron el 1,9% del total del producto de la economía. El aporte de la cultura al VAB total fue similar al que hizo la salud privada y la intermediación financiera, y equivale a las dos terceras partes de lo generado por la minería, la construcción o la educación pública.
En comparación con otros sectores de la economía de peso similar, en los últimos 13 años, el sector cultural fue el segundo más dinámico –creció un 75%− y casi duplicó el crecimiento promedio de la economía. El crecimiento del sector cultural solo fue superado por la salud privada, que creció un 80% entre 2004 y 2016.
El VAB Cultural está compuesto por diez sectores (artes escénicas y espectáculos artísticos; artes plásticas y visuales; libros y publicaciones; audiovisual; diseño; patrimonio material; formación cultural; música; contenido digital cultural y publicidad), con sus particularidades y dinámicas específicas. En 2016 sólo tres sectores culturales crecieron: contenido digital (10%), audiovisual (3%) y formación cultural (0,7%). Los demás sectores registraron caídas, especialmente diseño, que decreció un 12%; el sector editorial, 6%: y publicidad, que cayó un 5%. Estos resultados respaldan las series de datos no monetarios publicados en el Coyuntura Cultural N° 16.
A nivel de la serie histórica, los sectores que más crecieron entre 2004 y 2016 fueron contenido digital, formación cultural, artes escénicas y espectáculos artísticos, y música. A su vez, los sectores audiovisual y artes plásticas y visuales crecieron por encima del total cultural y del total de la economía.
El sector contenido digital[2] muestra un crecimiento sostenido entre 2009 y 2016, que seguramente guarda relación con el desarrollo de procesos de innovación tecnológica, principalmente vinculado al avance de los servicios de internet.
Por su parte, el audiovisual, que fue el sector con mayor participación en el agregado cultural a lo largo de todo el período analizado, figuró quinto en el ranking de crecimiento por sectores, con un dinamismo superior al total cultural y al total de la economía.
¿Qué es la Cuenta Satélite de Cultura?
La CSC es un proyecto que mide la incidencia económica de la cultura en la Argentina y es desarrollado en conjunto entre el SInCA y el Indec desde el 2008.
Realiza estimaciones de Valor Agregado Bruto, Empleo, Comercio Exterior y Gasto de Gobierno en el sector cultural; y recopila datos sectoriales monetarios y no monetarios.
La información primaria para la elaboración de los agregados económicos proviene de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Indec.
Descarga el informe completo.
[1] Valores a precios constantes de 2004.
[2] Estimado a través de la porción del abono a internet correspondiente a contenidos culturales.