El informe "Diez años de consumos culturales en la Argentina" explora tendencias en áreas clave como la lectura, el consumo audiovisual, la música, los videojuegos, y la asistencia a eventos en vivo, destacando cómo estos hábitos han cambiado en un contexto de creciente digitalización, expansión de internet y proliferación de plataformas de streaming. En los últimos diez años, el acceso a internet y dispositivos móviles ha impulsado significativamente el consumo de contenidos digitales, con plataformas como YouTube y Spotify consolidándose como líderes para escuchar música, superando a los formatos tradicionales como los reproductores de CD. Mientras la música sigue siendo un fenómeno de consumo casi universal, sin distinción de edad o región, otros formatos han mostrado resultados mixtos: la televisión tradicional ha perdido terreno entre los jóvenes frente al auge de plataformas de streaming, y el cine, aunque con asistencia estable, enfrenta una menor frecuencia de visitas. En cuanto a la lectura, se observa un declive en medios impresos, mientras que el formato digital ha ganado protagonismo, particularmente en los sectores socioeconómicos más bajos. Asimismo, el informe subraya cambios notables en la participación en actividades culturales presenciales, como recitales, teatro y museos, que reflejan una evolución continua en los hábitos culturales del país.
CONSUMO AUDIOVISUAL: DE LA TELE AL STREAMING
El consumo audiovisual en la Argentina es uno de los ámbitos más afectados por la digitalización. En 2013, el 97% de los hogares veía televisión regularmente y en 2022 la cifra disminuyó al 91%. Aunque la televisión sigue siendo dominante, se ha observado un declive significativo entre los jóvenes de 18 a 29 años.
Consumo de televisión el último año, según grupo etario. 2013, 2017 y 2022
Base: Población que mira televisión
Fuente: SInCA, ENCC.
Aunque la disminución en el consumo de televisión en el último año ha sido gradual, la frecuencia de sintonización ha cambiado drásticamente. En la edición más reciente de la encuesta, menos de la mitad de los espectadores ve televisión a diario, lo que representa una caída de casi un 40% en comparación con las ediciones anteriores. Por otro lado, la visualización televisiva de algunas veces a la semana ha aumentado significativamente, pasando del 10% en 2017 al 35% en 2022, lo que indica un cambio en los hábitos de los espectadores, que ahora prefieren un consumo más espaciado.
Frecuencia de consumo de TV durante el último año, 2013, 2017
Base: Población que mira televisión
Fuente: SInCA, ENCC.
Consumo de contenidos audiovisuales online, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
CINE: ESTABLE PERO POCO FRECUENTE
La asistencia al cine ha mostrado cierta estabilidad en términos de popularidad, con una base sólida de espectadores que aún valoran la experiencia en pantalla grande. Sin embargo, la intensidad de la asistencia ha disminuido en la última década. Mientras que la mayoría de los grupos etarios no presenta variaciones significativas, los jóvenes de 13 a 17 años destacan como el único segmento con un crecimiento notable, alcanzando un 61% de asistencia al cine al menos una vez al año en 2022.
Asistencia al cine en el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
Asistencia al cine en el último año según grupos de edad, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
Al mismo tiempo, la asistencia frecuente y regular se redujo a la mitad entre 2013 y 2022, mientras que el porcentaje de personas que van al cine algunas veces al año aumentó: en 2013, el 57% de los espectadores acudió al cine ocasionalmente; este porcentaje subió al 80% en 2017 y al 82% en 2022.
Frecuencia de asistencia al cine en el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población que asiste al cine.
Fuente: SInCA, ENCC.
MÚSICA: AURICULARES A PLENO
En el ámbito musical, la digitalización ha transformado profundamente los hábitos de consumo, marcando un cambio notable en las preferencias de los argentinos. En 2013, un 76% de la población escuchaba música a través de la radio, mientras que en 2022, un 80% lo hace a través de plataformas digitales como Spotify y YouTube. Este cambio se refleja en el uso creciente de dispositivos móviles, que han permitido un consumo más flexible y personalizado (es el dispositivo de escucha preferido: su uso pasó del 54% en 2013 al 79% en 2022). En contraste, tanto el reproductor de CD como la computadora han seguido una trayectoria inversa, registrando un declive continuo desde 2013, lo que refleja el desuso de los formatos CD y mp3/mp4.
Dispositivos utilizados para escuchar música el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población que escucha música.
Fuente: SInCA, ENCC.
VIDEOJUEGOS: UN FENÓMENO JOVEN, DE VARONES Y POR CELULAR
Los videojuegos han experimentado un notable crecimiento como forma de entretenimiento cultural, especialmente entre los jóvenes. En 2022, un 33% de la población reportó haber jugado videojuegos al menos una vez al año, en comparación con el 19% de 2013. El uso de dispositivos móviles ha impulsado esta tendencia, tanto es así que el 79% de los jugadores usan sus teléfonos celulares para acceder a juegos. No obstante, el uso de videojuegos sigue marcado por una brecha de género, con una mucho mayor participación entre los varones.
Dispositivos utilizados para jugar videojuegos el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población que juega videojuegos.
Fuente: SInCA, ENCC.
Consumo de videojuegos en el último año según género, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
EQUIPAMIENTO DEL HOGAR: LA INFRAESTRUCTURA DE LOS CONSUMOS CULTURALES DIGITALES
El equipamiento del hogar es un factor clave que determina el acceso y las posibilidades de consumo cultural. En 2022, el 97% de la población declaró poseer un teléfono celular, lo que marca una penetración casi total de esta tecnología en todos los grupos etarios, regiones y niveles socioeconómicos. Este incremento en el uso de dispositivos móviles ha sido acompañado por un aumento significativo en la conectividad a internet, que pasó del 61% en 2013 al 88% en 2022, incluso en los hogares de menores ingresos. Por otro lado, mientras que la presencia de televisores sigue siendo alta (en el 90% de los hogares), la posesión de computadoras ha ido disminuyendo en cada edición de la encuesta.
Equipamiento cultural en el hogar, 2013, 2017, 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
LECTURA: UN DECLIVE CON MATICES
La lectura ha mostrado un patrón de declive general en la última década. En 2013, el 57% de la población afirmó haber leído al menos un libro en el último año, mientras que en 2022 esta cifra cayó al 51%. La caída es más pronunciada entre las personas adultas, y se observa un aumento en la lectura digital, especialmente a través de teléfonos celulares.
Lectura de libros durante el último año según grupos de edad, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
La lectura de noticias también presentó una tendencia decreciente, del 80% de lectores en 2013 a un 68% en 2022, con una caída notable entre personas mayores de 50 años.
Lectura de noticias según grupos de edad, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
LA POTENCIA DEL VIVO: TEATRO, RECITALES Y MUSEOS
Los consumos culturales que requieren desplazamientos, como asistir a eventos en vivo o visitar espacios culturales, han sido particularmente afectados por la pandemia, que impuso limitaciones en la movilidad y el acceso a estos espacios. Sin embargo, en 2022, con la progresiva reactivación cultural, se observan tendencias de recuperación en algunos de estos consumos presenciales.
En lo que respecta al teatro, se ha registrado una disminución en la asistencia, aunque con señales de recuperación en 2022, probablemente debido a la reactivación cultural tras la pandemia.
Asistencia al teatro en el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
Un fenómeno similar se observa en la asistencia a museos, que en 2022 experimentó un repunte significativo, recuperando niveles comparables a los de 2013.
Asistencia a museos el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
La asistencia a recitales, por su parte, ha tenido altibajos: disminuyó entre 2013 y 2017, pero mostró un leve repunte en 2022. Los jóvenes son quienes han reducido más su asistencia, mientras que los mayores de 30 años han mantenido niveles estables. La falta de interés es la razón principal para no asistir a recitales, aunque las dificultades económicas han ganado peso en las últimas encuestas. La mayoría de quienes asisten a recitales lo hacen una o dos veces al año, y la asistencia frecuente es limitada.
Asistencia a recitales/presentaciones de música en vivo en el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población total.
Fuente: SInCA, ENCC.
Motivos de no asistencia a recitales en el último año, 2013, 2017 y 2022
Base: Población que no asiste a recitales.
Fuente: SInCA, ENCC.
Los datos de la ENCC revelan un panorama de consumos culturales en constante cambio, marcado por la digitalización y las transformaciones económicas y sociales. Mientras algunas prácticas tradicionales han declinado, otras, especialmente las digitales, han ganado terreno, redefiniendo el escenario cultural en Argentina.
Los datos de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales revelan un panorama de consumos culturales en constante cambio, marcado por la digitalización y las transformaciones económicas y sociales. Mientras algunas prácticas tradicionales han declinado, otras, especialmente las digitales, han ganado terreno, redefiniendo el escenario cultural en Argentina. En conclusión, el informe Diez años de consumos culturales en Argentina ofrece un análisis detallado de estas tendencias, observadas a lo largo de las ediciones 2013, 2017 y 2022 de la ENCC. Todos los datos se presentan desagregados por edad, nivel socioeconómico y región del país, permitiendo una comprensión más profunda de las variaciones y patrones de consumo en diferentes segmentos de la población. El informe completo, la base de datos homologada y la metodología están disponibles para su descarga en la web del SInCA y en Datos abiertos de cultura.
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